BUEY SUELTO 5: Bakundi Kunanso; haciendo amigos en el cementerio.
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Enterradores en Cuba |
En este quinto
capítulo de Buey Suelto, el Camino del Brujo Solitario, nos adentramos
en el mundo de Cotalemba, Nfinda Ntoto, Kunanso, Kunansinda,
Kumansofundi, Campo Santo, etc _que son algunos de los innumerables
nombres de la Casa o Tierra de los Muertos, el Cementerio, el lugar más
mágico e importante para un brujo después del propio Nfinda, el Monte_,
para obtener kongome( huesos ) y otros elementos, materias y mbumbas(
misterios, poderes ) imprescindibles para hacer brujería, como el
secreto para llevarnos a casa el nfuiri o espíritu de un muerto.
Del cementerio no
solo sacaremos kiyumbas( cráneos ) y huesos, nchila( corazón ),
samidilango( cerebro ) y otros restos de lembe( muerto ); también son
muy valiosos otros elementos, como kunanso ntoto( tierra de cementerio
), lembe ntoto( tierra de tumba ), mataris( piedras ), ngandos(
fragmentos de animales ), mukandas( plumas; las de nsusundamba o
lechuza, por ejemplo, son muy apreciadas ) y bichos o munfuira( pequeñas
alimañas, gusanos de tumba, insectos ), en general; así como musangas(
yerbas ) que crecen en los cementerios y nkunias( palos ) de árboles que
dan sombra a las tumbas. Los tongo( bastón, cetro ) con los que los que
Tatas y Padres llaman y controlan a sus nfumbes( nfuiris, espíritus al
servicio de un brujo ) y demás entidades, se tallan en madera de palos
de cementerio. Algunos, como el ciprés, sirven para invocar al mismísimo
Kadiampembe( el Diablo ) y otros karires o demonios.
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Cadáver momificado de una niña |
Muchos paleros y
hechiceros prefieren sustraer los cadáveres enteros, e incluso los hay
que, ya sea por celo o por las prisas, cargan también con el ataúd y
todo su contenido. Es normal, aunque poco frecuente, que un brujo sea
sorprendido en plena exhumación y tenga que salir huyendo; lo raro es
que se vaya con las manos vacías.
Es decir, que para ser brujo
hay que visitar a menudo el cementerio y encontrar la forma de obtener
todos esos elementos antes mencionados, con cierta facilidad. En Cuba es
habitual que los nganguleros busquen empleo en los cementerios. De esa
forma pueden acceder sin peligro a todo lo que necesitan para sus
kindambas( brujerías ) y, de paso, hacer un dinero extra proveyendo a
otros mpanguis, santeros, babalawos y brujeros en general. Para los
tatas de antaño, negros congos o de otras tribus bantúes, o sus
descendientes directos, el empleo de sepulturero o enterrador, como
decimos en Cuba, era el oficio ideal. No solo por tener acceso a los
cadáveres y demás, sino por la paz, el silencio y la intensa
espiritualidad que se respira en los cementerios. Algunos de los Padres
kimbiseros y abakuás que tuve la suerte de conocer en mi juventud,
trabajaron en los cementerios de Regla, Guanabacoa y Colón, de La
Habana. Hombres serenos y callados, como sombras; de ojos profundos y
enigmáticos, que cuando te miran se te erizan los pelos, pues sientes
como si pudieran ver toda tu vida y tu muerte en un instante. Me
contaban que la magia y la paz llegan al atardecer, cuando el sol y los
visitantes comienzan a marcharse. Es entonces cuando los espíritus salen
a estirar las piernas y a charlar un rato con ellos, si hay café, ron y
tabaco para compartir la noche.
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Brujo obrando en el cementerio |
Si usted quiere ser
brujo o bruja, busque trabajo en un cementerio o trabe amistad con los
sepultureros. En todos los países por los que he pasado, tanto en
América como en Europa, y sobre todo en los cementerios antiguos y
apartados, he podido contactar con cierta facilidad con sepultureros
dispuestos a ayudarme por un poco de dinero. Digamos que robar a los
muertos es algo que viene con el trabajo, como un extra, ya que por lo
general, el empleo de enterrador no está bien pagado. Recuerde, si se le
muere un familiar, no lo entierre con sus joyas o nada valioso, pues
llegarán a cualquier parte menos al otro mundo. Y si no, fíjese bien en
los sepultureros y notará que algunos visten o calzan prendas que no son
de su talla.
Pero no cometa el error de proponerles negocios
dentro del cementerio. Ya sea por respeto a los muertos o por temor a
los vivos, en el campo santo no se habla de dinero y cosas mundanas.
Espere a la hora de la comida, del descanso o de la salida, y podrá
encontrarlos en el bar o café más cercano. Ellos, al igual que los
espíritus, nunca desprecian una invitación a café, licor o tabaco.
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Santa Muerte, Mexico |
Siempre que entre al
cementerio con fines mágicos, debe saludar o hacer una pequeña ofrenda a
Centella Ndoki, la reina del kunanso, señora de todos los nfumbes,
hermana de Nfuá( la Muerte ) y esposa del gran Ndoki, el dios de las
malas artes. En la cultura yoruba se la conoce como Oyá y en la santería
mexicana es la propia Santa Muerte. En cada cultura y mitología, la
muerte y el cementerio están relacionados con alguna deidad, pero en el
fondo todas son la misma. No importa qué nombre o imagen tenga para
usted, lo importante es que al entrar en Kunansinda lo haga con respeto y
educación, ya que es un lugar sagrado. Quitarse el sombrero, hacer la
señal de la cruz, arrojar nueve centavos de cobre o una flor, en un
árbol o tumba cerca de la entrada; murmurar "con licencia mi niña( o mi
señora )", o tan solo detenerse un instante en la puerta, cerrar los
ojos y saludar mentalmente, son algunas de las formas en que puede
entrar correctamente en campo santo. Pero no olvide que la magia tiene
tanto de tradición, como de inspiración, así que no tema crear su propio
saludo y déjese llevar por su intuición que, como ya hemos dicho en
otros capítulos, es la voz de los espíritus.
Aunque es cierto que
algunas personas nacen con el don de comunicarse con los muertos, en
realidad cualquiera puede llegar a percibirlos, si es capaz de cultivar
el vacío mental, aislando los sonidos del mundo terrenal y escuchando
con atención las voces del silencio. Meditar en los cementerios es una
práctica muy eficaz para desarrollar la sensibilidad parapsicológica o
mediumnidad. Por eso es conveniente visitar a menudo el cementerio y
pasar muchas horas, especialmente de noche, dentro de sus muros.
EJERCICIO: Al ponerse
el sol, pasee lentamente entre las tumbas, dejando vagar su mente y sus
pasos sin rumbo fijo entre estas. De igual forma, entorne los ojos
ligeramente y no fije, al caminar, la mirada en nada en específico.
Suavice su respiración y sus movimientos hasta que se sienta ligero como
una hoja, a punto de elevarse del suelo a la más mínima brisa. Según
vaya oscureciendo, las cosas sólidas e inertes, como la piedra y el
mármol, se irán difuminando entre las sombras, y la imagen de su propio
cuerpo se irá disolviendo en la noche, hasta sentirse etéreo, invisible,
mientras las siluetas de las ramas de los árboles cobran vida y se
transforman en extraños seres que se mecen con el soplo mágico del
reflejo de la Luna. Entonces despiertan las aves nocturnas y sus cantos
misteriosos pueblan el silencio y se confunden con otras voces más
sutiles, que lentamente comienzan a despertar de su letargo diurno.
Preste
atención a esas voces o susurros y aíslelos del resto de los sonidos de
la noche. Déjese guiar por ellos entre los senderos de tumbas, y cuando
sienta que algo le roza suavemente, como una caricia que le pone la
piel de gallina, y una corriente de energía fría le recorre la columna y
le pone los pelos de punta, deténgase un momento y busque a su
alrededor el sepulcro más cercano. Entonces encienda una vela blanca e
ilumine la lápida, para poder leer el nombre que en vida tuvo, el
espíritu que ahora le llama.
Acuéstese boca arriba
sobre la lápida con las piernas ligeramente separadas y los brazos a
los lados del cuerpo, con las palmas de las manos hacia arriba. Cierre
los ojos; visualice el nombre del difunto en su mente; respire lenta y
profundamente, tratando de espaciar lo más posible los vacíos: esos
segundos entre la expiración y la próxima inspiración, en que sus
pulmones se quedan totalmente vacíos de aire. Durante esos instantes, la
mente también se vacía de todo pensamiento de forma automática y
natural. Al desplazar todo el aire y los pensamientos de nuestro ser,
hacemos espacio para que los espíritus _en este caso, lo más probable es
que se trate del espíritu cuyo nombre hemos visto en la lápida; aunque
también puede tratarse de un muerto anterior, que ocupó el mismo espacio
mucho antes, o cuyos restos descansan más abajo_ puedan penetrar en
nuestro cuerpo-mente y servirse de sus recursos biológicos para percibir
de nuevo la vida que han abandonado e interactuar con ella a través
nuestro.
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Conectando con el nfuri |
Practique el vacío
hasta que se produzca la posesión o semi-posesión. En la semi-posesión
conservaremos parte de nuestra consciencia durante el trance, mientras
que en la posesión total no recordaremos nada de lo sucedido. Los
llamados "caballos de santo", en osha; "perros de prenda", en palo
monte; o mediumnidades, en el espiritismo, son las personas con una
tendencia natural a la posesión total. Estas personas no deben
"trabajar" solas; necesitan colaborar con un brujo que les guíe, o tener
un ayudante, en el caso de que ellas mismas sean tatas o yayas,
babaloshas o iyaloshas, sacerdotes consagrados, en general.
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Mediumnidad en trance. Palo Monte |
Lo ideal para el
Camino del Buey Suelto es ser propenso al semi-trance, más que a la
posesión total, ya que así es más sencillo trabajar en solitario.
Sinembargo, existen técnicas para aprender a contener y controlar los
trances e impedir que los espíritus nos posean por completo y, de esa
forma, poder recordar las experiencias y revelaciones, y ser capaces de
obrar sin ayuda de otro ser humano. Y digo ser humano y ser vivo, pues
hay muchos brujos que se valen de animales, como perros, gatos,
serpientes y diversas aves, como ayudantes o aliados mágicos; pero eso
ya lo veremos en otro capítulo.
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Mediumnidad en trance. Culto vodu |
En sus excursiones al
cementerio, para practicar las técnicas y ejercicios antes descritos,
nunca olvide llevar en su morral( bolsa o mochila consagrada
exclusivamente a la brujería. Es decir, que no la use para hacer la
compra en el supermercado o para llevar los libros al colegio, sino solo
para actividades propias de la brujería ) objetos simbólicos y
sustancias pertenecientes a los Cuatro Elementos, como las mataris de
poder; los cálices, copas o güiras( yo suelo usar un juego de tres
güiras de diferentes tamaños, que caben una dentro de la otra ) para
servir el agua( Elemento Agua ), el café y el aguardiente de caña, ron o
licor, según el caso( tratándose de un cementerio inglés, por ejemplo,
la ginebra será más apropiada que el aguardiente ); tabaco, incienso u
hojas de salvia( Elemento Aire ); velas y/o candiles( Elemento Fuego ); y
flores y miel en representación del Elemento Tierra.
En los
primeros contactos con espíritus que no conocemos, no es prudente
ofrecerles la menga( sangre ) de animales o unas gotas de la nuestra, ya
que la energía de esta sustancia es muy poderosa y no sabemos cómo
pueda reaccionar la entidad. Además, en mi opinión, no es conveniente
darle materia( menga, sangre ) a los nfuiris, a no ser que decidamos
convertirlos en nuestros nfumbes, pues se acostumbran y se hacen adictos
a ella y dependientes de nosotros, lo cual es una enorme y peligrosa
responsabilidad, que solo debemos asumir cuando estemos preparados.Otro
elemento que no debemos olvidar es el yeso o tiza( no cascarilla ) para
trazar un sencillo 4 Vientos sobre la lápida y también sobre nuestro
plexo solar, antes de acostarnos sobre la tumba. Las mataris debemos
colocarlas a nuestro alrededor: norte a la cabeza, este a la derecha,
oeste a la izquierda, y sur entre las piernas. La matari correspondiente
al Elemento Espíritu no es necesario utilizarla, ya que estamos en el
cementerio y sería tan innecesaria como regar las plantas de un jardín
en un día de lluvia.
Estas operaciones las
llevaremos a cabo a la luz de una vela o candil, que luego colocaremos a
nuestra derecha antes de acostarnos. Una vez que se produzca el trance,
el propio nfuiri se encargará de servirse el licor, encender un puro o
lo que prefiera del contenido del morral. Procuremos siempre llevar
papel y algo para escribir, preferentemente de origen natural, por si
algún mpungu u otra divinidad quiere dejarnos algún mensaje o patipemba(
firma, dibujo mágico ) a través del nfuiri, o simplemente para anotar
nuestras experiencias al salir del trance, antes de que olvidemos algún
detalle.
Y así concluyo este capítulo, no sin antes advertirle a
todos los lectores, que si al llevar a cabo estas prácticas dentro de un
cementerio, experimentan una fuerte sensación de alarma o peligro
inminente, o cualquier evento desagradable o doloroso, como el ataque de
un animal( los mosquitos no cuentan ) o un golpe o caída considerable,
voces en la mente que les ofenden y amenazan, visiones horribles,
malestar físico intenso, sensación de gusanos, cucarachas y otros bichos
asquerosos moviéndose sobre la piel o por debajo de esta, etc,
abandonen el lugar inmediatamente.