BUEY SUELTO 4: El Ritual de los 4 Vientos
El
ritual de los 4 Vientos es una ceremonia sumamente importante para el
desarrollo de cualquier buscador de poder que se inicia en el Camino del
Buey Suelto. Esta no debe ser realizada hasta tanto no hayamos visitado
los lugares de poder de cada uno de los Cinco Elementos( Aire, Fuego,
Agua, Tierra y Espíritu ), para que estos se acostumbren a nuestra
energía espiritual y sepan reconocer nuestro rastro en cualquier parte.
Si los Elementos no nos conocen, ya nos podemos desgañitar, que no
acudirán a nuestro llamado.
De
entre los lugares de poder visitados, debemos escoger aquél que más sea
de nuestro agrado, donde nos hayamos sentido más seguros y cómodos.
Puede ser una montaña, un bosque, un ojo de agua, una cueva, una playa,
un cementerio, etc
Al
lugar seleccionado para el ritual hay que llegar una hora antes del
ocaso, o más, para que nos de tiempo a realizar los preparativos. Mi
consejo es que la primera vez hagamos un ensayo el día anterior, ya que
resulta realmente frustrante tener que suspender el ritual, luego de
haber hecho tantos sacrificios, porque hayamos olvidado traer o preparar
alguno de los elementos de la ceremonia. Y también debemos tener
cuidado en elegir una noche de luna nueva o creciente, nunca menguante o
llena, y revisar el parte meteorológico para evitar condiciones
climáticas adversas, como mucho viento, frío o lluvia. El ideal para
esta ceremonia es una tranquila y agradable noche de luna nueva o
creciente, en primavera o verano.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicY_4ThOrUpIgY4NXGQk6QLCfJEk61jJ1o6yGswHtyoCNgjGNE5WRvOxsV1icGFLT5pCXkY_aNu0_XwB0hkWcPrKZjrNERUyyf-A48pskHwSSz3VtoM62ZoCNnF4u9vI2upiuHfu2eiOE/s1600/images.jpeg)
Necesitaremos
cinco mataris( piedras ) que hayamos encontrado en los lugares de poder
visitados, correspondientes a cada uno de los cinco Elementos. Hay
otros elementos que también sirven, como huesos, restos animales,
semillas, cuarzos, palos, caracoles, etc, pero las mataris son mucho más
resistentes y duraderas, características muy convenientes, ya que con
ellas fundamentaremos más adelante nuestros nkuyos y nkisis o ngangas.
Es decir, que necesitaremos una matari de volcán, de meteorito o que
haya sido alcanzada por un rayo, para llamar al elemento Fuego; una
matari de la cima de una montaña para llamar al elemento Aire; una
matari del bosque, selva o monte para llamar a la Tierra, aunque también
puede ser una piedra imán o un trozo de mineral de hierro; una matari
del fondo del mar, para llamar al elemento Agua( las chinas pelonas o
piedras de río, así como trozos de mineral de cobre o de oro, pertenecen
a los ríos y ojos de agua dulce, que controla Chola Wengue, que es hija
del Mar y de la Tierra y, por tanto, no pertenece a los 5 Elementos
Básicos ); y una matari de Nfinda Ntoto o Campo Finda( cementerio ) que
haya sido encontrada en un cadáver o tumba.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvzQt1KtcdhX0TWCC1rMTs-8Asz7n7IBBOKu_SG8H-Z_MRh_by9JLdF2JnsHY_AyHhRS2jY64qd2wNDNkY_Bs_mMaeQkM0HkOMw3TFSRzJjLGs7tYDO6aERhmlN0LmVeqK70ehmIFLWyo/s1600/images-15.jpeg)
Con
un cordel, de igual longitud que nuestra estatura, atado a un palo o
estaca que clavaremos en la tierra, trazaremos un círculo al rededor de
la estaca, tensando el cordel, en cuyo extremo ataremos otra estaca u
objeto punzante( madera, metal o piedra, nada artificial ) para dibujar
el círculo en el suelo. El radio del círculo debe coincidir con nuestra
estatura y el diámetro debe ser el doble. Esto es importante.
El surco del círculo debe ser relativamente profundo para que podamos rellenarlo con polvo de yeso blanco, harina de maíz, harina de ñame o arena blanca de mar o desierto. También sirven otras sustancias, como la cascarilla, pero sería un gasto enorme. En el centro del círculo colocaremos una brújula( también podemos hacerlo guíandonos por el sol o las estrellas, pero resulta más difícil e impreciso ) y guiándonos por el Norte trazaremos una cruz perfecta que divida en cuatro el círculo, y en cada uno de los extremos colocaremos la matari correspondiente a cada punto cardinal: la piedra de Aire, al norte; la piedra de Fuego, al este; la piedra de Tierra, al sur; y la piedra de Agua, al oeste. La matari del cementerio, perteneciente al elemento Espíritu, se coloca en el mismo centro del círculo, después de retirar la brújula.
Junto
o sobre, cada matari, colocaremos objetos o sustancias simbólicos de
cada Elemento. En Agua colocaremos agua, en una copa o recipiente de
cristal, metal, barro, madera o fibra vegetal, como un coco o güira; en
Aire quemaremos abundante incienso, tabaco o hojas de salvia, cuyo humo
simboliza y llama al Aire; en Tierra colocaremos flores, yerbas y frutos
frescos y olorosos; en Fuego haremos una fogata con piedras y ramas
secas del lugar; y en el centro del círculo, sobre la matari de Campo
Finda, nos sentaremos nosotros, en representación del Elemento Espíritu,
pues bajo el disfraz temporal de carne y hueso, solo somos espíritu.
Sin
salirnos nunca del círculo, debemos cantar y danzar para atraer a los
Espíritus de los Elementos, también conocidos como los 4 Vientos.
Debemos estar atentos a la dirección por la que sintamos llegar los
vientos durante toda la ceremonia, para poderlos identificar. El viento
del Norte corresponde al Aire; el del Este, al Fuego; el del Oeste, al
Agua; y el del Sur, a la Tierra. Si sentimos vientos confusos, como
remolinos o que llegan por direcciones secundarias, como el Noreste,
Noroeste, Sureste o Suroeste, se trata de espíritus de otra clase,
pertenecientes a nfuiris, nfumbes, nkuyos o mpungus, principalmente.
Tomemos nota mental de esos sucesos, pero en esta primera ceremonia de
los 4 Vientos, no debemos distraernos con ellos, pues no son nuestro
objetivo. Más adelante tendremos oportunidades de sobra para conocerles
mejor y trabajar con ellos.
Qué
cantamos y cómo danzamos, se preguntaran los lectores. En realidad eso
no es importante, al menos en este primer encuentro, siempre que lo
hagamos de corazón, entregándonos totalmente, hasta que el rumor de
nuestra mente se acalle y caigamos en un semi-trance. Cada cual es libre
de elegir danzas, movimientos y canciones de las tradiciones que más
afines le resulten; ya sean de origen bantú, yoruba, arará, indígena o
chamánico de América o Asia, hindú, Sufí, etc. Pero si no se saben
ninguna canción y/o danza apropiada o no las dominan bien, no se
preocupen, pues, en mi opinión, es mejor así.
En
esos casos, debemos limitarnos a girar en sentido contrario a las
manecillas del reloj( este es el sentido del mundo mágico o espiritual,
mientras que a favor de las manecillas es el sentido del mundo racional o
material ), con los brazos extendidos y las manos por encima de los
hombros, con las palamas hacia el cielo, al igual que nuestro rostro( en
dirección al cielo ), con los ojos semi cerrados o sin enfocar nada en
específico con ellos. Toda nuestra atención debe estar dirigida a sentir
los Elementos, a través de la piel, el olfato y los oídos, no de los
ojos, y el ritmo al que giremos ha de ser constante, pero no
excesivamente rápido, paro no perder el equilibrio.
Cantaremos
sin palabras, emitiendo sonidos rítmicos y constantes, como una canción
de un idioma desconocido. No se preocupen, las palabras vendrán solas, y
cuando esto ocurra, no se asusten ni se pongan a pensar de dónde
vienen, para no perder la concentración. Simplemente, respiren profundo y
abran la boca para que el aire que inspiremos( Inspiración ) se
transforme en energía musical y palabras mágicas al pasar por las
cuerdas vocales y retornar a la noche y a sus dueños originales: los
Espíritus Elementales que nos rodean.
Es
esencial que estemos totalmente a solas en este lugar, apartados de la
civilización y sin temor a ser interrumpidos u observados por nadie.
Tampoco debemos contarle a nadie lo que vamos a realizar, ni el sitio
donde lo haremos. El secreto y la soledad aumentan el poder mágico.
Danzaremos y cantaremos hasta que…, bueno, eso mejor no se los adelanto, pues, como decía el poeta cubano y Gran Maestro Masónico Jose Martí, "…hay cosas que para lograrlas, han de andar ocultas".
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTUafzjV9eyqozF0fFR6uTDHmRdKUQ8T5zmSLaN6gZLjsfyj7CLEEStcGoAaTFMJhtcYOO_kTsbHP6CmY3HQGnPEio11vKws_04B-1aU9JevB31WcAB3MiEhOPr-nh_lK1AAaqTeBK3mQ/s1600/images-3.jpeg)
Debemos
purificarnos mediante abstinencia sexual y ayuno para acudir a esta
cita con los misterios primarios de la naturaleza. Esto es esencial para
que nuestra energía espiritual se fortalezca y pueda elevarse por
encima de nuestra materia, para poder percibir la llegada de los
espíritus. Una abstinencia sexual de 7 días y ayuno de al menos 24 horas
es lo más indicado, aunque para estar seguros, yo recomiendo que la
primera vez ayunemos durante 72 horas. Contrariamente a lo que piensa
mucha gente, los ayunos son muy buenos para expulsar toxinas y descansar
nuestro organismo. El sistema digestivo es, después del cerebro, la
parte del cuerpo que más consume energía, por eso cuando le dejamos
descansar, nuestro cuerpo nos lo agradece y nuestro espíritu se
fortalece con toda esa energía extra. Para soportar esos tres días de
ayuno y no desfallecer, es aconsejable evitar los esfuerzos físicos o
mentales, tratar de dormir y meditar mucho, y alimentarnos a base de
infusiones energéticas naturales, como el guaraná y el ginseng y la
jalea real; leche soya, miel de abejas, caldos de carne o pescado y
mucha agua, en general. Cuando nos sintamos demasiado débiles, un poco
de pan integral y fruta antes de acostarnos o en la mañana, serán
suficientes para permitirnos continuar. Desde luego, si usted es una
persona de cierta edad o presenta problemas de salud, debería ser menos
drástico y llevar el ayuno con mucho cuidado.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNvGSmBqUZj0ArWpnuhnszf9pfmpjKgOeZvd01FNLIyobfNzfwBap2U_Z29bx6409CqhQgY0dh-CEcXhOphWnk2xPgupj3pLO_MbCem_cqbkzoB7FeoIKAq3rj9OnPBa8xb5nFTjdWw-c/s320/NZANDI+9+001.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicY_4ThOrUpIgY4NXGQk6QLCfJEk61jJ1o6yGswHtyoCNgjGNE5WRvOxsV1icGFLT5pCXkY_aNu0_XwB0hkWcPrKZjrNERUyyf-A48pskHwSSz3VtoM62ZoCNnF4u9vI2upiuHfu2eiOE/s1600/images.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtBBmqdDZZM4N1dS4T12bfUVcvHt4_AeFSn4VZWYpJfKem4IbFKmtE2kz8MQG_3nbAfbu5dSbjWsFuVnuKgHNHOOimfFVCbNQdKm5J_A6lofK5kP0LMod-5RhdT7cKUNgHnh87Nv2TXUc/s1600/images-5.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvzQt1KtcdhX0TWCC1rMTs-8Asz7n7IBBOKu_SG8H-Z_MRh_by9JLdF2JnsHY_AyHhRS2jY64qd2wNDNkY_Bs_mMaeQkM0HkOMw3TFSRzJjLGs7tYDO6aERhmlN0LmVeqK70ehmIFLWyo/s1600/images-15.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnbLv6xJcGlS4KphVuQoYt_SlpJWOEQN3sy2C_MojSVVUZuRGDfdi_Rnv0joecrGlG4uVDVaMpRVfwKmmDMCv_c9l6I8Dl1jx4EdtiED9zlXi9UWOefhMjeYy97u0QfELMtQj0p137ssc/s1600/images-4.jpeg)
El surco del círculo debe ser relativamente profundo para que podamos rellenarlo con polvo de yeso blanco, harina de maíz, harina de ñame o arena blanca de mar o desierto. También sirven otras sustancias, como la cascarilla, pero sería un gasto enorme. En el centro del círculo colocaremos una brújula( también podemos hacerlo guíandonos por el sol o las estrellas, pero resulta más difícil e impreciso ) y guiándonos por el Norte trazaremos una cruz perfecta que divida en cuatro el círculo, y en cada uno de los extremos colocaremos la matari correspondiente a cada punto cardinal: la piedra de Aire, al norte; la piedra de Fuego, al este; la piedra de Tierra, al sur; y la piedra de Agua, al oeste. La matari del cementerio, perteneciente al elemento Espíritu, se coloca en el mismo centro del círculo, después de retirar la brújula.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXrgTyL45Gai87nVEQ7qZaPoEfguLxizUGxz7rOy1Qi7fo-PfPKnAVhoagz6BMQ-qug0Z5m9Il1DvnY8N0SNG0wkwAzTKTrsBgYn_-G1A5t6z7sCVkrCow4evLs99pmsvwwOnEufRQ014/s1600/images-6.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqlKFlTauF2fbeaNSoHAA8xUbqn6QqCZwpCJ9Ifrb8FdUoOKo2BSxI0RBRTTS5roFq7ts5swX1Gznwog6OdcFKu9u8qEHie13FrJGG3upOzzV3RRBCa2Uo00Y9F9ZG-RWsVipAuyjVuDE/s1600/images-9.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRaNj4OXxk_fyvn12qEoufDxhUBF_VNMnkvhKqiXmEujN86Zeq0IpEzH3BRsPoNEcFzTrpce1ASArIy3gts79DBAlgYD6qV0DqBepAkjCpRcnCYWKQQOjiHZ4YRK0iF5lb_u6fqh7pCYw/s1600/images-10.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1glsabIBlRsOEVYdby1NIuLRl5JEkuIXwEPa7S27-17Vf9MD2wxSBcKcDin1WUDNyAIsFpcQNHXcfz7OKjHZvc0dzvGTjjs_RNOnedEF612j94eqAEIxy5taV2PhFsQKionbio90iMNY/s1600/images-12.jpeg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3WxG9OZsQ5SYtfIbXr1j996HO3vzGQcBDR_DylGhj1b_1tuaJcJ9M4Y2zryrEMDTlxC-MrE3ktC0zEOlt3GV_sS8Uhu59TmSMKZM-Lxe5zbkS8wlgA0MrRBdssVgd9OjWWsUQfSgaZu4/s1600/images-13.jpeg)
Danzaremos y cantaremos hasta que…, bueno, eso mejor no se los adelanto, pues, como decía el poeta cubano y Gran Maestro Masónico Jose Martí, "…hay cosas que para lograrlas, han de andar ocultas".