Oduduwa u Oddua (Odduduwa) es un Orisha y rige en los secretos de los Egun
e Ikú. Su representación material alude a la formación del mundo, del cual
forman parte el reino animal, el vegetal y el mineral. Vive en las tinieblas
profundas de la noche. Tiene un solo ojo fosforescente. Es una masa espiritual
de enorme poder que no tiene forma ni figura. Se vale de los espíritus para
manifestarse. En relación al ser humano fue el primer Obá que hizo Itá en la
tierra. Está especialmente relacionado a Orunmila, Obatalá Obalofun y a
Oshún.
Fue el primer Oní (rey) y fundador de Ife, de donde nació la vida según la teología Yoruba, su nombre proviene del Yoruba Odùdúwá (Señor del otro mundo o de nuestro destino). Oduduwa representa los misterios y secretos de la muerte, creó el mundo junto con Obbatala, con quien siempre anda junto al igual que con Orumila. , es una entidad que no debe ser dada por sacerdotes menores.
Quienes tienen asentado Oddua no deben discutir ni elevar la voz delante de él, así como no realizar más de dos cosas a la vez. A sus hijos se les hace Obbatala. Se saluda ¡Aremú Oduduwá, Jekuá!
Fue el primer Oní (rey) y fundador de Ife, de donde nació la vida según la teología Yoruba, su nombre proviene del Yoruba Odùdúwá (Señor del otro mundo o de nuestro destino). Oduduwa representa los misterios y secretos de la muerte, creó el mundo junto con Obbatala, con quien siempre anda junto al igual que con Orumila. , es una entidad que no debe ser dada por sacerdotes menores.
Quienes tienen asentado Oddua no deben discutir ni elevar la voz delante de él, así como no realizar más de dos cosas a la vez. A sus hijos se les hace Obbatala. Se saluda ¡Aremú Oduduwá, Jekuá!
Su receptáculo consta de un cofre de
plata, que lleva un candado, en ese cofre que casi nunca se abre se guarda el
secreto que se montó en la ceremonia de entrega, se envuelve en algodón
preferentemente del que da la Ceiba (palo borracho) y se coloca en una capilla
bien alto, por que el vive en la cima de un loma (Oke) y no puede recibir la luz
del sol.
Sus atributos son la herramienta de Yemú o Yembó con el bastón, un ataúd de cedro, un esqueleto de plata que representa a quienes murieron y pasaron al mundo de la verdad, 8 poayés, 8 adanes o manillas, 8 escudos triangulares, un escudo triangular con un ojo grande en el centro, una escalera, un juego de herramientas de Obbatala, un majá (serpiente), un hombre y una mujer (muñecos), 8 piedras chinas blancas, una esfera de marfil, una de nácar, 2 manos de caracoles (la mano de caracoles es de 18 ), 8 dados usados. Su collar es de 16 cuentas blancas por cada 8 rojas, otro tipo es de 8 secciones de cuentas blancas separadas por 2 cuentas de nácar que llevan en el medio una de coral.
Come junto con Obbatala y se le inmolan chiva blanca, gallina, codorniz, guinea y palomas. Se recibe con Oduduwá un Osun del tamaño de la persona rematado por una paloma con las alas extendidas, también se entrega con él a Borumu y Boronsia, que son sus guardianes. Lleva los mismos Ewe que Obbatala y luego de tres toques de Obbatala se le dedica un toque.
Caminos de
Oddua:
Sus caminos son:
- Oduduwa Abaña
- Oduduwa Abere
- Oduduwa Abeyi
- Oduduwa Abipá
- Oduduwa Abitu Laye
- Oduduwa Adaguele
- Oduduwa Adakini
- Oduduwa Adakinikala
- Oduduwa Agbadekan
- Oduduwa Aguele
- Oduduwa Aguema
- Oduduwa Aguesí
- Oduduwa Ajeré
- Oduduwa Akala
- Oduduwa Akambí
- Oduduwa Akana
- Oduduwa Akanaran
- Oduduwa Akashimiluwo
- Oduduwa Akbalosiña
- Oduduwa Akuarosina
- Oduduwa Akuesi
- Oduduwa Alabó
- Oduduwa Alabuweje
- Oduduwa Alakaiyé
- Oduduwa Alakanilowo
- Oduduwa Alashuadá
- Oduduwa Algwana
- Oduduwa Alikkan
- Oduduwa Aliluwo
- Oduduwa Apitiko
- Oduduwa Aremí
- Oduduwa Aremu
- Oduduwa Ariwó
- Oduduwa Asesú
- Oduduwa Ataná
- Oduduwa Awá Pepó
- Oduduwa Awadekan
- Oduduwa Ayalá
- Oduduwa Ayema
- Oduduwa Ayemolú
- Oduduwa Ayorikan
- Oduduwa Baba Yegun
- Oduduwa Dana
- Oduduwa Desí
- Oduduwa Dishé
- Oduduwa Diyeleó
- Oduduwa Diyoko
- Oduduwa Ejemú
- Oduduwa Eletí Barayé
- Oduduwa Emí
- Oduduwa Erú eó
- Oduduwa Fatolo
- Oduduwa Ibaibo
- Oduduwa Ibeyi Apitiko
- Oduduwa Ibeyi Lukoso
- Oduduwa Ikalambe
- Oduduwa Itaná
- Oduduwa Iyá Agbé
- Oduduwa Molé
- Oduduwa Moshale
- Oduduwa Naná
- Oduduwa Obaiño
- Oduduwa Obeikú
- Oduduwa Obejú
- Oduduwa Odisha
- Oduduwa Odofatole
- Oduduwa Ofun Foye
- Oduduwa Ogueré
- Oduduwa Okelekedewewe
- Oduduwa Ologbeyé
- Oduduwa Olokun
- Oduduwa Oluke
- Oduduwa Olukosa
- Oduduwa Omela Ikú Babá Yeyé Aslashé
- Oduduwa Oré Okó
- Oduduwa Orisayé
- Oduduwa Orisha Ayé
- Oduduwa Orumaremu
- Oduduwa Orun
- Oduduwa Oshanla
- Oduduwa Oshaogbo
- Oduduwa Oshereigbó
- Oduduwa Otropun
- Oduduwa Otulá
- Oduduwa Umbó
- Oduduwa Wena
- Características generales de los Omo Oddua:
- Personas de voluntad férrea, algo tercos en sus apreciaciones, artistas o dedicados a las letras, de gran capacidad intelectual, son reservados, tranquilos y no se arrepienten de sus decisiones.
Odùdúwà (también Odudúa, Odúa,
Oodúà, y en transcripción afro-cubana Odduduwa u Oddua) es una de las
principales deidades de la religion yoruba Òrìşà de la Creación, según la
tradición de Ilè Ifé. Uno de los 154 òòşà fúnfún (del color blanco), entre los
cuales se destacan también Obàtálá (su rival en el proceso de crear el mundo),
Òrúnmílà (El Profeta), Òòşà-Ogiyan (deidad de Ejigbo) y Yemoo (Yemõwo', Yemú,
Yembo). En la Santeria sincretiza con Jesucristo , bien sea en imágenes del
"Santísimo Nombre de Jesús" o del "Santísimo Sacramento". Aunque es más popular
como San Manuel
Según la tradición general de Ilé Ifè
- que se considera la oficial de Ifá - fue el òrìşà que creó el mundo, cuando
Obàtálá, quedó embrigado y falló en la tarea encargada por Olórun-Olódùmárè
(Dios Supremo).
Leyenda.
Olórun creó primero a Obàtálá, pero
cuando Òrìşà-Nlá (el Gran Òrìşà Blanco) se dirigía al umbral del mundo
espiritual, se encontró con Èşù (Eshú, también conocido como Elégbara o Elégbà),
que le exigió que hiciera sacrificio. Altivo, Obàtálá se rehusó y Èşù decidió
imponerle un castigo: le puso en el camino una comida muy picante y plantó una
palmera vinícola.
Después de mucho caminar, Bàbá,
decidió descansar. Como tenía hambre, decidió probar la comida que Èşù había
plantado. Una vez satisfecho, tuvo sed y con su opa-oşoro (opká-oshoró, cetro,
cayado), perforó la palmera y bebió del vino que manaba de ella. Embrigado, se
quedó dormido, con el Apo Àiyé (Saco de la Creación a su
lado).
Olófin-Otete (otro nombre de
Odùdúwà), al percatarse de la situación, fue elese (al pie) de Su padre Olórun y
le informó. Olódùmárè, decidió, entonces, encomendarle la tarea de crear el
planeta como hoy lo conocemos.
Odúa hizo los sacrificios
pertinentes, orientado por su compañero Òrúnmílà y suspendido de una cadena
(ewon) de plata de 16 eslabones derramó sobre la superficie del agua (lo único
existe en el caos y oscuridad inicial) un poco de polvo. Luego dejó deslizarse a
la gallina (adíye) cinqueña (de pata de cinco dedos), para que esta exparciera
la tierra. El camaleón fue el que tanteó la superficie recién formada y confirmó
que Odùdúwà podía bajar.
Así pues, Odúa fue el primer òrìşà
que pisó sobre la tierra (esentayé, de donde nace la ceremonia homónima, típica
de la práctica ancestral, en que se le hace la adivinación del destino a los
recién nacidos). Odùdúwà venía, como todos las deidades, con 200
acompañantes.
Al despertar Obàtálá, mostró
contrariedad por lo sucedido. Olórun, le perdonó el deliz y le encargó moldear
al ser humano de la arcilla (por lo cual recibe el título de Alamorere). Una vez
en la tierra, travó una violenta guerra con Odúa y sus seguidores, sólo
apaciguada gracias a la intervención de Èşù Obà sin l'Àiyé, Òrúnmílà, Yemoo
(esposa de Bàbá) y la astucia y sacrificio de Moremi, hoy en día heroína de
Ifè.
Odúa fundó la capital espiritual de
los yorùbá (Ilé Ifè) y se volvió su progenitor. Hoy en día todos los yorùbá se
consideran omo Odùdúwà es decir hijos de Odùdúwà. Odúa encabeza la dinastía de
los 21 obà, reyes locales, que ratifican sus coronas al pie del Ooni de Ifè, por
tradición descendiente directo del òrìşà y su encarnación viviente. Por ser el
primogénito de Odùa-Ilè-Àiyé (La Madre Tierra), se le llama Àrému (Àré =
primero). También Agbéjì en virtud de su capacidad creadora.
La leyenda antes narrada, suele tener
una versión histórica, que cuenta que Odúa vino del Éste (según unos la Mecca,
en Arabia, según otros de Benin o de lugares próximos), para destronar el rey
local Obàtálá, imponiendo a los igbo, la población local, un nuevo orden
político, reconfigurando la identidad cultural y espiritual que encontró, con
elementos propios. Esta versión es más aceptada entre los antropólogos, los
habitantes Oyó y aquellos que quieren, por influencia occidental, privar de
naturaleza divina al Padre de los Yorùbá.
Las Esposas de
Odùduwà
Algunas de las esposas de
Odùduwà:
Olókun Seniade: Ìyá Òkun, la Madre y
dueña del Mar, la primera y la favorita de Odùduwà. La señora de la prosperidad,
abundancia y riqueza como el proprio mar, la madre de Ògún y
Ìsèdélè.
Oşààrá: "aquella que fue bendecida
con muchos hijos", es adorada en el santuario de Olóòkun y tiene su fiesta anual
llamada Àgbon.
Omìtótó-Òşé : una de las favoritas,
madre de Ajíbogun, que más tarde se hizo Owá Obòkun, que fundó las ciudades de
Ìbòkun e Ilésà.
Algunos dicen que ella adoptó o fue
madre de Obàloràn, natural de Ìloràn, que más tarde se hizo jefe de Ilódè,
ciudad natal de su madre.
Otros aún dicen, que él fue hijo de
Sàpàrákùnní, entonces doncella de rara belleza que vivía con su hermana Omìtótó,
casa esta, que Odùduwà visitaba con mucha frecuencia, y que tuvo noches de
intenso amor. Con eso conoció y se enamoró por Omìtótó, con quien más tarde se
casó.
Ojùmmu-Yàndà: la que hizo esfuerzos
sucesivos para contener y mediar a la largas disputas entre Odùduwà y
Obàtálá.
Lakanje: también conocida como
Aníhunka, de más bella y sensual de las esposas, la madre de
Òrànmíyàn.
Omonide: quién tuvo varios hijos de
Odùduwà, entre ellos algunos que se hicieron Oba, como el Alákétu y el Aláké.
Dicen también, que ella o uno de sus descendientes fue quien fundó la ciudad de
Abéòkuta.
Ogunfunminire: dicen que fue madre de
muchos hijos de Odùduwà y fue quién fundó la ciudad de
Lagos.
Yèyémòólú: fue la más vieja (en edad)
de todas las esposas, tenía la responsabilidad de supervisar toda a la
alimentación servida a su esposo. Dicen, que se transformó en un pozo de agua
potable y extremadamente saludable.
Por este y otros motivos, todos los
Óònì que reinaron y reinarán en Ifé, sin "casan" de entrada con ella antes de
vivir definitivamente en el palacio como Óònì, donde hasta hoy existe el pozo en
que Yèyémòólú se transformó y donde es reverenciada.
Àtìbà : para unos ella no tuvo hijos,
para otros fue la madre de los Oba Osemofarawe y Ebumàwe que fue el fundador de
la ciudad de Àgó-Ìwòyè. Fue una de las esposas que más edad tenía, y se
transformó en una pequeña pieza de granito, hoy en la entrada del Museo de
Ifé.
Los
Àgbàgbà
Los "dieciséis" àgbà (ancianos) que
vinieron con Odùdúwà para crear Àiyé, que por este motivo se le dice a Olófin
Odùduwà, el Àjàlàiyé (La Voluntad de la Tierra; también Olófin Àiyé, el Regidor
o Dueño de la Ley Terrenal; Olórun es el Olófin Òrun - Regidor del
Cielo).
1. Òrúnmìlà o Àgbónmìrégún : "Señor
del Oráculo de Ifá", fue el primer compañero y el Jefe Consejero de Odùduwà, un
primer ministro, orientando sobre todo y a todos, inclusive en asuntos
gubernamentales de Ilê-Ifé.
2. Obàtálá: también llamado de
Òrìşànlá, considerado el primero y principal artesano, por modelar los cuerpos
de los seres humanos, es aclamado como Alámòrere, "Señor de la buena arcilla",
por extensión, el patrono de los artistas, principalmente de los
escultores.
3. Olúorogbo u Òrìşà Aláşe: fue el
tercero àgbà en importancia tras Odùduwà, aquel que fue el "Salvador del Mundo",
que hizo llover en una gran sequía, pues fue el jefe mensajero entre el Oba Orún
y el Oba Àiyé, o sea entre Olódùmarè y Odùduwà.
4. Obamèri: también llamado
Alapa-Aharemadà, fue su "general".
5. Orèlúéré u Orè (Oré): Olóde Orè,
el jefe de los cazadores y guardián de las tradiciones y de la moral. Para unos,
después de Odudùwà haber creado el mundo, el primero en pisar la tierra y
después explorarla, fue Olóde Orè, antes de cualquiera, que como manda la
tradición era una de las funciones de los cazadores, por eso es también aclamado
como Onílè, "Señor de la tierra". Dicen que más tarde, él se hizo compañero de
Òbàtálá.
6. Obasìn o Èşù Obasin: Era quién
controlaba las intemperies de la naturaleza, y más tarde, se hizo el principal
asistente de Òrúnmìlà.
7. Obàgèdè u Obàgîdî: fue el jefe
mensajero de Obamèrì.
8. Ògún: fue el jefe de los
guerreros.
9. Obamakin: (sin
datos).
10. Obawinni Oreluko: también llamado
de Oro-Apasa, que más tarde se hizo compañero de Òbàtálá, fue quien hizo a
Òbàtálá 1er Oba de los Ìgbò, al ellos retirarse de Ilê-Ifé, bajo la presión de
Obamèri. Después que Òbàtálá se fue, él los lideró y fue el 2º Oba de los
Ìgbò.
11. Aje Sàlugá: "Señor de la
Riqueza", fue el "financiero" de Odùduwà. Otras fuentes dicen que fue una hija
de Olóòkun con Odùduwà. Es interesante notar, que como divinidad masculina, su
símbolo sea una gran concha marina, lo que extrañamente coincide con uno de los
símbolos de Olóòkun.
12. Èrìsilè: (sin
datos).
13. Éléşìje: Fue un ervanário, que
inició a practica de la medicina tradicional.
14. Olóşé: En la tradición afrocubana
se considera hija de Odúa.
15. Alajó: (sin
datos).
16. Èşìdálè: que cuida de aquellos
que mueren trágicamente, como mujeres que mueren al dar a la luz, inclusive los
suicidas.
Otros, incluidos en la
comitiva:
Olókun: La primera y favorita esposa
de Odùduwà. La Diosa del Mar.
Òrìşàtéko Ìjùgbè u Obaresé: un gran
guerrero y compañero muy conectado la Obàtálá.
Yemõwo': la única esposa de
Obàtálá.
Otros no consideran Obàtálá cómo uno
de los 16, pues llegó solamente después de los 16.
Descendientes
ilustres;
Entre los descendientes más ilustres
de Odùdúwà se encuentran Òrànmíyàn y sus hijos Dada Ajaka y los ibéjì (gemelos)
Sàngó y Aganju. Sàngó, en particular, terminó la obra de su abuelo y padre,
consolidando el imperio de Oyo, capital política de los
yorùbá.
Hoy en día se considera que el Òòni
de Ifé es descendiente, incluso encarnación viviente de Odúa. También descienden
de Odùdúwà los 21 obà con derecho a adé (corona), que deben ser confirmados por
la máxima autoridad en esos menesteres, el ya mencionado soberano de
Ifé.
Su culto en África
A pesar de la importancia de Odùdúwà
en la historia y mitología yorùbá, Su culto en África, es un tanto irregular.
Sus principales centros de adoración son Ifé, parcialmente Oyó y Ado (tierra
ègbádò), a donde según tradición, Odúa emprendió viaje en su vejez, acompañado
por Elegbara, que ocupó el mando de la ciudad de Iworo.
Tiene variadas formas de iniciación y
un sacerdocio propio, contrario a la idea más común en América. Su sumo
sacerdote es el Oba'dio de Ifè. En Oyó se realiza la ceremonia de adoşu de la
deidad, sin necesidad de usar otros òrìşà como intermediatios (entiéndase
Obàtálá, como viene sucediendo en el nuevo mundo).
En algunas regiones, particularmente
en el sudeste, se le confunde con Odùa, la diosa primigenia de la Tierra,
considerada como coetánea de Olórun y consorte de Obàtálá. Odùa es la tierra,
Obàtálá el cielo. Según tradición ambos están unidos en un eterno abrazo,
creando la Igbá Iwá: Calabaza de la Existencia. Cronistas británicos recogen la
leyenda yorùbá, que en una pelea, Obàtálá arrancó los ojos a su conflictiva
mujer, dejándola ciega. Esta leyenda, también es documentada por Lydia Cabrera,
en su archiconocido y polémico libro El Monte, pero esta vez en Cuba,
donde también se asegura que la Creación emana de una güira donde vivía, según
unos Odúa & Yemú y según otros, Obatalá y Yemú en compañía de 16 igbin
(caracoles o babosas).
Hay quien asegura que en Ado Odúa es
una deidad femenina, sin embargo, un oríki de la región deja bien claro que se
trata de un rey y no una reina: Obà nilè Ado (Rey de la Tierra de Adó). Quien
así lo afirma, asegura que Ado fue creada por un cazador de quien esta diosa se
enamoró. Al cansarse de éste, la misma decidió beneficiar con su bendición a
quien tantos momentos de placer le proporcionó y le aseguró al partir que los
que vivieran de ahora en adelante en esa región, contaría con su protección
eterna. La leyenda es muy repetida por los historiadores extranjeros, sin
embargo, no parece estar confirmada por la realidad local.
Festivales
Como sucede con la mayoría de las
divinidades yorùbá, Odùdúwà tiene un festival propio en Ilè Ifé llamado Ido. Se
celebra durante seis días; sólo se tocan los adjá o agogó de la divinidad, sin
tambores. Durante el mismo, los habitantes de Ifé, conmemoran al progenitor de
su raza, también considerado por ellos como padre la Humanidad. El Ido se
realiza entre diciembre y enero (en Cuba, Odúa se venera el primer día del
año).
Por su parte, la gente de Ado-Odo
(territorio ègbádò) celebran dos importantes festividades rituales: Alamuwa e
Il’aje (también conocido como Oodua). Ambos están dedicados a deidades
ancestrales, que según la población local, también provinenen de Ifé. De estos
dos el Oodua (Il’aje) es el más importante y prestigioso. De acurdo con el Chief
Biliaminu Olabimtan, nativo de Ado-Odo, Il’aje es un homenaje a la deidad del
pueblo y durante cada una de las celebraciones en su honor se pide paz,
fertilidad, longevidad, amor y salud, entre otras.
De acuerdo con Pa Olabimtan, nombrado
mensajero del Oba en 1926, el Festival de Oodua dura cinco días (semana yorùbá)
y termina con la inmolación de dos vacas, que se conducen a lo largo del pueblo
y son golpeados por palos hasta que mueren. El último día - clímax de la
festividad - cualquiera puede agarrar un pollo o gallina perdida y comerla, sin
pedir permiso.
Según datos, el festival no podía
celebrarse debido a que una de las vacas debería proporcionarla el soberano
local (la otra los miembros del poblado). Sin embargo, como hasta hace poco no
había rey, esta tradición no se podía mantener.
Según cronistas de la época, las
festividades de Odùdúwà en Ado tuvieron gran brillo en el s. XIX y contaban con
la participación de las personalidades importantes de la localidad. En esa misma
zona, cada cinco días se le ofrecían a Odúa gallinas y animales afines, pidiendo
hijos y otro género de bendiciones.
su culto en Cuba
Al llegar al nuevo mundo, fue preciso
alterar las funciones espirituales de algunas deidades. Así pues, Olókun pasó a
ser òrìşà de la profundidad del océano, al tiempo que Yemoja (Yemayá) se
conviertió en dueña de los mares, de ser apenas protectora del río Òògùn
(medicinal). Òşun (Oshún) pasó a ser dueña de todos los ríos y otras deidades
fluviales como Oyá, Obba y Yewá, perdieron ese carácter y fueron ubicadas en los
cementerios, por sus misteriosos vínculos al mundo de los
difuntos.
Odùdúwà fue una de las deidades que
cambió el carácter entre nosotros: de rey supremo, cabeza de la dinastía,
representación divina de la realeza y el estado, se volvió rey del inframundo,
de "los secretos de los ancestros y la muerte EggunI (muertos) e Iku(la
muerte)". Se le acentuó mucho su categoría de primer ancestro - principal razón
para considerarlo rey de los muertos - y su vínculo con las profundidades del
subsuelo (asociándolo con la muerte).
Los afrocubanos consideran que
"conforma junto con Obbatala y Orumila, una importante trinidad dentro del
oráculo Yoruba. Con Obatala, creo el mundo, mientras que con Orunmila , fue el
encargado de enseñarle los secretos de Ifá, ya que fue el primer Oba que hizo
Itá en la tierra".
Y aunque inicialmente fue patrimonio
de los oló'rìşà (literalmente 'dueño de òrìşà', o sea, persona iniciada en ese
sacerdocio), particularmente los egbádò, que trajeron su reverencia a Cuba (Odúa
no viene a la isla por tradición de Ifè), con el tiempo se asoció de forma casi
absoluta a Ifá, asegurando, de forma errónea, que los únicos que tienen potestad
para consagrarlo son los babalawos.
SU HISTORIA EN
CUBA
Según la rica tradición oral, Odùdúwà
fue traído a Cuba por los yorùbá ègbádò, región, donde según documentación de la
época, Odúa era una deidad muy reverencia (ver Hail Orisa, de McKenzie). Ahí
compartía con Yewá y Obàtálá el dominio espiritual. Incluso, algunos consideran
que era una especie de deidad doble con Obàtálá, de ahí la gran asociación en
Cuba de ambas deidades. Incluso como en Brasil, se le consideró un camino
supremo de Obàtálá, lo cual, es inexacto.
Se asegura que fue Ma Monserrate
González (Ápoto, Obà t'èrò, Rey de la Paciencia, oní Sàngó) la que lo introdujo
en la isla, aunque hay otras versiones. Ma Monserrate legó a su principal
ahijada Fermina Gómez (Òòşà'biyi - Oshá'bí, procreada por la deidad), dos de las
principales divinidades del panteón afrocubano: Odúa & Olókun. Fermina le
dio Odúa a Cuca (Odù'biyi, Procreada por Odúa), que se volvió la gran
especialista en esta deidad y en Yewá (natural especialidad de los ègbádò).
Otras fuentes aseguran que fue la propia Ápoto (o quizás otra religiosa de
idéntico nombre) que le dio Odùdúwà a Cuca, conocida en lo adelante como Cuca
Odúa.
Sin Cuca no transcurría ningún rito
relacionado con Odùdúwà en la llanura Habana-Matanzas. Por ende, no es de
sorprender, que fuera la que introdujo Odúa en la rama de Ifá, entregándoselo a
Arturo Peña (Oturupon Bara'Ife), babalawo de Regla (según muchos el primero en
tener Odùdúwà; aunque hay quien asegura que se trató de Pedro Pablo Pérez
Ogbé'yonu; también se cita a Hilario Barbón y Secundino Crucet, como
intermediarios en el Odúa de Peña, aunque siguen dejando a Cuca como fuente,
tanto en uno como otro caso; otras versiones afirman que fue ña Rafaela Odù(n)
la que trajo Odúa a La Habana).
Con el tiempo, algunos babalawos
comenzaron a cuestionar la pertinencia de supuestos sacerdotes menores
entregaran la deidad más importante del culto y además de fundamentarse sus
propias representaciones materiales (diferentes del original), comenzaron a
asegurar que poseían la exclusividad para su consagración. Hoy en día, esta idea
está más que extendida entre la comunidad religiosa, aunque aún hay incidicios
claros de su inexactitud.
Como sus ritos de consagración
directa se perdieron o no llegaron a la isla, desde el principio de la santería,
a los omo Odùdúwà, se les hizo Obàtálá, en virtud de la semejanza de ambas
deidades (cuya principal características es el uso del color blanco y algunos
tabúes como el vino de palma, la sal y las comidas picantes, nacidos de la
leyenda antes descrita). Es evidente que en Cuba, es poco conocido el conflicto
entre ambas deidades.
SU CULTO EN
BRASIL
Aunque los brasileños conocen bien la
leyenda antes narradas, Odúa no es de las deidades más frecuentes en ese país.
Se le reverencia en terreiros o casas de santo específicas y en festividades
marcadas como las Águas de Oxalá, cuyo primer domingo está dedicado a Él. Se le
canta en la Roda de Oxalá (la secuencia de cánticos de Òrìşà-Nlá). Puede tener
'omo', pero al parecer sólo en el sur del país hubo algún indicio de iniciación
directa. En el Candomblé de estilo Kétu, al omo Odùdúwà, se le puede hacer
Oxalufã (Òòşà-Olufon) o Xangô Airá (Sàngó Airá, que en realidad no es Sàngó,
sino una deidad funfun asociada al Obà Koso).
su presentación material
Su representación material alude a la
formación del mundo, del cual forman parte el reino animal, el vegetal y el
mineral. Su reino son las tinieblas más profundas de la noche. En cuanto a su
aspecto, no tiene forma, siendo en si una inmensa masa de poder espiritual que
posee un ojo fosforecente. Vive en un receptáculo en forma de cofre de plata, el
cual se resguarda con un candado o cerrojo. Este cofre extrañas veces se abre,
aunque se recomienda no hacerlo. Se debe proteger de la luz, porque vive en la
oscuridad".
Odúa en África, Brasil y
originalmente en Cuba se representa por una igbá (calabaza, jícara) blanca,
donde se colocan sus elementos rituales. Durante años en la isla, los santeros e
incluso los primeros babalawos entregaban Odùdúwà en sopera, que como la igbá
aludía a su carácter de Creador, pues representaba el planeta, que para los
yorùbá, era redondo, mucho antes que esa idea prendiera en Occidente. Sin
embargo, por la influencia notoria de Ifá, donde empezó a darse en cofre - que
representa la tumba (fíjense en el carácter mortuorio que recibió en la isla) -
hoy en día es difícil ver un Odùdúwà en sopera o en un objeto
semejante.
Se utiliza un cofre, con una carga
mística, que no corresponde con la misma que se entrega en el 'Odúa de santero',
como se le ha dado en llamar al estilo originario de
consagración.
Su parafernalia es totalmente blanca,
aunque requiere de rojo en determinados detalles. Por influencia de Ifá, se le
ha agregado verde, lo cual es congruente con tradiciones
ancestrales.
SUS ILEKES
(COLLARES)
Sus collares son variados.
Básicamente se hacen de cuentas blancas, transparentes y de color cacao. Usa
marfil, corales rojos, nácar. Se suele ensartar en combinaciones de 4, 8 ó 16
(sobre todo este último número, su cifra sagrada - todas las cosas de Odúa han
de ser en este número o excepcionalmente 8 ó 10, otro número que se le asocia
fuertemente, pues rige este odù del caracol). Los collares de Odúa en Ifá
utilizan también rojo, verde y negro (que es tabú en la
santería).
SUS ATRIBUTOS
Adjá (campana) o Agogó (ídem) de 8
bocas: 4 a un extremo y 4 a otro. Objetos de fadaká (plata, su metal sagrado) e
iké (marfil, su material sagrado).
SUS CAMINOS
Como muchas deidades afrocubanas,
Odùdúwà, se ha subdivido en un gran número de caminos, los cuales muchas veces
incluyen deidades asociadas a Él en África (esposas, hijos, descendientes,
reyes, etc.). Sucedió en este caso, como con Obàtálá, que subsumió a los òrìşà
funfun.
Entre los principales están Agbéjì
(el mayor), Àremú (el más frecuente), Apalosiyan (Akualosiñá),
etc.
DEIDADES
ASOCIADAS
En Cuba Odúa se suele entregar con
Boromú y Borosián, deidades menores, de origen y funciones indeterminados, que
suelen llamarse Sus 'guardieros' (custodios, guardianes). Originalmente, Odúa se
entregaba apenas con Boromú. Borosián, òrìşà del culto de Yewá, se agregó mucho
más tarde.
Dado su vínculo natural de
ancestralidad, Sàngó es uno de los dioses yorùbá más próximo a Odùdúwà, incluso
se considera que Sàngó es reencarnación de Odúa. Por ésta y varias razones es
testigo de la consagración de Odùdúwà.
Por su parte Òşun, se considera la
'custodia' de su ojúbo (espacio de adoración, receptáculo).
También se suele decir que O'sun (no
confundir con la anterior, éste es el custodio de Orí, la divinidad personal de
cada individuo y especie de cayado ritual de aquellos que han sido consagrados
en Odù), tiene vínculo con Odúa, cuando no se dice que es Él mismo. Algunas
casas suelen entregar O'sun 'de extensión' (entiéndase del tamaño de la
persona), junto con Odùdúwà. La confusión puede venir del vínculo Odùdúwà/Odù y
de sus representaciones antropomorfas, que siempre Lo presentan con un cetro, en
cuyo tope, a diferencia de la versión cubana, hay un gallo y no una
paloma.
En la santería Odúa requiere de
Obàtálá para su consagración. En Ifá no es necesario. En ese mismo marco Olókun
sigue asociándosele, aunque no en carácter es esposa, pues por influencia de
Benin, Olókun pasó a ser deidad masculina en el Ifá afrocubano (contrario a la
versión africana que dice que Olókun es la última esposa de Òrúnmílà, que hoy en
día reside en su rico palacio submarino).
Hay otras deidades menores, muchas de
ellas, apenas mencionadas, pero que no requieren de
materialización.
En determinadas casas se exige tener
Òòşà-Nlá, Obànlá y Yewá, antes de recibir Odúa, pero esto no es una
generalidad.
HIJOS DE ODUDUWA
En el pasado solían ser poco
frecuentes, pero la práctica actual indica que no es así, pues cada vez se
determinan más personas que deben seguir la devoción de este òrìşà, como deidad
de cabecera o tutelar (también conocido como Ángel de la guarda, en lo
afrocubano u òrìşà alàgbàt'orí - léase alawatorí - en el
tradicionalismo).
Como no existe rito de adoshú
(consagración directa, 'coronación'), se suele entregar sus cabezas Obàtálá
(aunque hay quien asegura, como sucede en Brasil, que se le puede hacer Sàngó,
pero esto no se ve).
Hay muchas corrientes en este
sentido:
1) indica que debe hacer santo y con
el tiempo, recibir Odúa;
2) indica que se debe recibir Odúa
previo a la consagarción de Obàtálá (ya sea por Ifá, más frecuente, o por la
Osha) y si fuera hombre y se tiene camino de Ifá, pasar por el proceso de tefá
(consagración como babalawo);
3) indica que los individuos con
camino de Ifá deben 'lavar santo' (recibir sus objetos rituales, sin pasar por
la consagración completa), hacer Ifá y una vez en ese marco recibir Odùdúwà,
cuyo itá (pronóstico, adivinación de futuro) harán ellos mismos como iniciados
por mediación de los ikines;
4) indica que deben recibir Odùdúwà
(por la vía que fuere) y vivir con este fundamento el resto de sus vidas, pues
no necesitan de nada más (esta forma tiene el inconveniente de que a estas
personas no se les considera oló'rìsà, ni pueden hacer nada con su deidad, salvo
adorarla).
Arquetipo
Sus 'hijos' suelen ser de
inteligencia incisiva, muy detallistas, observadores y dados a la
intelectualidad y el mundo jurídico. De gran sentido crítico. Todo lo razonan.
Todo lo cuestionan. Suelen ser exigentes con los que los rodean y, en
particular, consigo mismos. Perfeccionistas. Minuciosos. Con sentido de la
jerarquía y la autoridad. Desconfiados. Recelosos. Un oríki indica que Odúa es
un òrìsà que "mira de reojo". Esa característica parece imperar en sus hijos.
Altamente intuitivos, dado su rico mundo espiritual.
Por momentos cerrados, opacados,
discretos y silenciosos; con tendencia a la angustia, susceptibilidad y cierto
sufrimiento, por las muchas pruebas que les toca pasar durante su vida. Pero con
la madurez paulatina, ganan confianza, se crecen ante las dificultades y logran
imponerse en su medio, que muchas veces les resulta ajeno, cuando no hostil. Por
eso prefieren la soledad y evitan las multitudes numerosas. La explicación de
estos procesos y tendencias vitales, la encontramos en Sus leyendas ancestrales.
Para los creyentes yorùbá y sus descendientes afro-americanos, la personalidad
de la deidad progenitora del individuo, se refleja en la de sus
hijos.
En uno de los versos tradicionales de
Ifá se indica que Odúa sufría y tropezó con la felicidad, mostrando la
posibilidad de semejante suerte para sus protegidos, los cuales deberían meditar
la emigración - dado que está en su trayectoria terrena - como una fuente de
éxito. Odùdúwà, cuando encarnó, tuvo que dejar su localidad natal, en pos de
otras tierras. En unas versiones viene de la Mecca, de donde fue expulsado por
intolerancia religiosa; en otras de Benin, donde era un príncipe heredero y por
intrigas de la madrastra debió dejar su país, para buscar una nueva patria,
donde se instaló y en edad madura pudo consolidar Su reino.
Tienen una buena dosis de
agresividad, como su òrìşà, que, contrario a la idea generalizada en Cuba, donde
se le cree deidad pacífica y tranquila, es un guerrero-conquistador, que incluso
debe ser pacificado ritualmente de variadas maneras. Aún así, no pierden el
control con facilidad y siempre tienen dominio de la situación donde se
encuentren. Sería el 'guerrero-maduro'.
Físicamente los varones suelen ser
altos, con tendencia a la delgadez, aunque también los hay con sobrepeso. Las
hembras, muchas veces tienen una remarcable belleza y senos pronunciados (su
gran característica). En la infancia pueden ser frágiles y
enfermizos.
Ninguno escapa a la marca de la
ancianidad prematura, que de un modo u otro se hace evidente en su fenotipo.
Suelen ser maduros antes de tiempo, lo cual les permite ver el mundo con ojos
diferentes a los de sus semejantes. Se les pueden asociar las características de
los hijos del odù Òfún Méjì, dado al estrecho vínculo de Odúa a ese signo de
Ifá.
Los adeptos de Odùdúwà en la
tradición afrocubana deben atenerse a rigurosas reglas morales, pues se
considera que su deidad no les perdonará un desliz en caso de que se cometa, más
si ha sido advertido por Éste, ya que Su palabra tiene carácter de 'sentencia'.
Como todos los hijos de òòsà funfun deben evitar las bebidas alcohólicas, la sal
y la conducta licensiosa. Deben usar blanco con frecuencia y procurar no
exponerse de forma directa a los rayos del sol o el sereno
nocturno.
HERRAMIENTAS
Son diferentes en la Santería e Ifá y
por su carácter secreto no deben ser divulgadas en este
marco.
OFRENDAS.
Odúa puede comer cualquier tipo de
animales, pues no tiene limitaciones en este sentido. Sin embargo, con más
frecuencia se le inmolan chiva blanca, gallina, codorniz, guinea y palomas.
Aunque también se le puede dar carnero. En África suele comer animales machos,
mientras que Obàtálá, como en Cuba, sólo come animales
hembras.
Se le ponen adému (adimú, ofrendas de
comida) variadas, entre ellos eko, ekrú, bolas de ñame (ishú), etc. Éstas
últimas, se aderezan con epó (manteca de corojo), no con òrí (manteca de cacao),
como Obàtálá. Usa mucho efun (cascarilla, yeso blanco en
África).
SUS CANTOS
Hoy en día muchos de ellos han sido
olvidados en Cuba y en Brasil. Muchos otros han sido confundidos, dado el
desconocimiento de los hijos de la Diáspora del idioma yorùbá. He aquí, los que
más frecuentemente se entonan la Santería afrocubana. Los cantos que en la
Diáspora afrocubana se dedican a Olófin (presuntamente el Ser Supremo), en
realidad, cuando son traducidos y analizados en contexto, indican que se trata
de orín (cantos) a Odùdúwà, que como se ha dicho es Olófin
Àiyé.
- Agbéjì O, lodo, iwo'nlo -
'Gbon'pele akamo'kamo Ado - Oyo le, gbogbo yo'le Odúa'gbéjì ba ri ma ya - Akamo
Ado'l'èrò, ko şi mi lódó - Ayó iré mo da nko, yo ire mo da nko - Agemo lo ni're,
modúpé lowo Agbeji - Obà'nlá ese, Àremú, Obà n Sàlàkó E - W'Àiyé, w'Àiyé l'oyin
o, Àremú W'Àiyé'kala mefa O! - Agbe wero n'omo ma dubule Omu Gaga - Odù'Àremú O!
- Bàbá mi sokoto Àremú pele Àiyé - Odundun Àremú - Eni obà, Àremú Odùdúwà - Eee
alàgbà e - O ku o! ago lònà (Àremú Odùdúwà) (el más comúnmente conocido) - E ki
Bàbá o ku Àiyé! - Ilè si ma bo omo aláşe iré o - Odù lá gbe - Boromu àgbà olóre
re - Olófin (o)ló'wa - Àwa kunle kí Olófin - Ooni E, a e! - Olófin, omo iku Àiyé
- Ofifi omo Odùdúwà - Òòşa'gbéjì Olófin (O)bà'nlá
- Ònà(i)re o, Odù'Agbéjì (usualmente
se le canta a Ibéjì) - Ibéjì'la ese Àremú (ídem a anterior)
También se pueden agregar otros
cantos para Obàtálá como: - (E)gbádò'(o)ke, ègbádò'(o)ri ma (en homenaje a los
ègbádò que trajero Su culto a Cuba y Lo tenían por una de sus deidades más
importantes) - Ni(e)gbe, ni(e)gbe ègbádò
Se le debe cantar, luego de los canto
de Òşun y Òrúnmílà, lo cual raramente sucede hoy en día; pocas casas conservan
esta tradición. Sin embargo en el oró ìlù (reverencia hecha con tambores u 'oro
seco'), su toque es obligatorio y cierra los de los demás
òrìşà.
ODU POR LO QUE SE
MANIFIESTA.
Odùdúwà
puede manifestarse por vía del oráculo de Ifá o del erindilogun (caracol). Es un
error asegurar que nunca habla por caracol, pues sí lo hace en los odù: 8
(Ejo-nilè u Ogbè), 10 (Òfún), 14 (Mérìnla) & 16 (Mérìndilogun). Su signo por
excelencia en tal caso es Òfún, también conocido por Méwà (diez en yorùbá). En
Ifá suele hablan en varios méjì (oló'dù - 16 odù principales), pero de forma
fundamental en Éjì-Ogbè, su odù de bajada a la Tierra y Òfún Méjì (Orangun), que
lo encarna en su forma más elevada. Hay otros muchos odù donde recogen leyendas
relacionadas con la deidad, fundamentalmente, que narran de forma simbólicas
detalles de sus ritos y consagraciones (la mayoría de ellos fueron
creados en la Isla).
Obatalá Occua). En el Entusiasmo de la Creación, Olofín
hizo cosas Maravillosas (Como la Ceiba, las Nubes, el Arcoiris y el pájaro
Zunzún) pero tuvo fracasos y dejo atrás por la mitad, a los hombres por ejemplo,
los dejo sin cabezas. Como es natural andaban sin dirección y el mundo parecia
una casa de locos, molesto Olofín le encargo a Oddua que les hiciera
cabezas.
Este las hizo, pero las dejo con un solo Ojo. Tuvo que venir Iba – Ibo para ponerle los ojos donde ahora están y darles boca, voz y palabras, entonces los hombres empezaron a ser como los conocemos y todo pareció bien, hoy sin embargo amenazan con desbaratar toda la creación de Olofín y uno no sabe si echarle la culpa al Padre de los Orishas ó a Oddua, o si ponerse triste, ó si echarse a reír
Este las hizo, pero las dejo con un solo Ojo. Tuvo que venir Iba – Ibo para ponerle los ojos donde ahora están y darles boca, voz y palabras, entonces los hombres empezaron a ser como los conocemos y todo pareció bien, hoy sin embargo amenazan con desbaratar toda la creación de Olofín y uno no sabe si echarle la culpa al Padre de los Orishas ó a Oddua, o si ponerse triste, ó si echarse a reír