LA MEDICINA ANIMAL - LECCIÓN 7 - CARTA Nº 3
CARTA Nº 3: EL ALCE
El
Alce entraba por el bosque en busca de pareja. La temporada del
apareamiento estaba en su apogeo y los machos que normalmente viajan
juntos se habían dispersado para buscar pareja. Cuando el Alce lanzaba
su llamada de apareamiento por el bosque, su bramido aviso al Puma de
que se estaba preparando un festín. El puma rodeaba al Alce, acercándose
lentamente a su presa.
Cuando
el bosque enmudeció de pronto, el Alce presintió el peligro inminente.
Emprendió el camino hacia las tierras altas cuando diviso a su
perseguidor, pero el Puma aun estaba lejos.
Mientras
el Alce se alejaba saltando hacia las colinas del bosque, el Puma se
iba acercando. Pero el Alce seguía corriendo demostrando una tremenda
resistencia. Finalmente tras saltar sobre las rocas para dar alcance al
Alce, en un esfuerzo supremo que le hizo consumir todas sus energías, el
Puma se rindió. El
Alce controlaba su ritmo mientras trepaba hacia arriba, hacia las
tierras altas. El Alce no tenía otra defensa excepto su capacidad de
llegar lejos, imponiendo un ritmo que le permitía aprovechar su
resistencia y energía al máximo.
La
Medicina del Alce enseña que controlando el ritmo se adquiere más
resistencia. A gente de la Medicina del Alce puede que no sean los
primeros en llegar a su objetivo, pero siempre llegan sin haberse
agotado. Si últimamente estas intentando abarcar demasiado quizás sea
una buena idea tomar en consideración como terminar todo lo que has
empezado sin acabar en el hospital.
El
Alce tiene un curioso tipo de energía guerrera porque, excepto durante
la temporada de apareamiento, busca la compañía de los miembros de su
propio sexo. Pueden recurrir a la Medicina de la hermandad, descubriendo
la fortaleza que se puede adquirir amando al propio género. Sentirá el
compañerismo que nace de la similitud de experiencias. Es una Medicina
especial que permite que la amistad con los demás miembros del mismo
sexo sea más fuerte que la competitividad y los celos.
Si
te ha salido la Medicina del Alce, puede que te estés diciendo a ti
mismo que busques la compañía de gente de tu propio sexo durante una
temporada. Es posible que necesites apoyo para reajustarte en la
resistencia de la energía del guerrero/a de la que formas parte. Esta
comunicación con gente de tu mismo sexo te permitirá airear tus
sentimientos con la seguridad de que puedes encontrar respuestas de
otros que pueden haber pasado por las mismas experiencias. Puede que
necesites un nuevo sentido de comunidad: comunicación en unidad.
También
es posible que el Alce trate de decirte que consideres como estas
soportando físicamente el estrés, y que regules el ritmo para mantener
un equilibrio de energía a lo largo de la distancia que planificas
cubrir. Una de las soluciones pueden ser las vitaminas o la comida
energética, junto con un poco de tiempo para alcanzar la tranquilidad
personal necesaria para reponerse.
LA CARTA EN SENTIDO CONTRARIO
Si
el Alce ha aparecido en la posición invertida, es posible que estés
estirando la goma hasta el punto de que se pueda romper. Ten cuidado con
los estados de estrés prolongados, o podrías provocarte una enfermedad
que te obligara a descansar.
A
otro nivel, es posible que no estés respetando tus deseos de compañía
con el sexo opuesto e, incluso, haber olvidado la emoción que acompaña
al apareamiento. Si es este el caso, la mejor opción puede ser invitar a
amigos del sexo opuesto a una cena o a una salida por la tarde. Eso no
significa que tengas que estar sexualmente interesado en esos amigos, es
solamente para sugerir que un intercambio de energía opuesta podría
resultar beneficioso.
Si
mantienes una relación estable, es posible que la luna de miel se esté
desvaneciendo y que necesites crear un poco de emoción. Crear
continuamente un “cambio de ritmo” es el tipo de resistencia necesaria
para que cualquier relación dure.
En
todos los casos, el Alce te está diciendo que contemples como vas
eligiendo tu camino actual y cómo vas a continuarlo para alcanzar tu
objetivo.
Tu
mejor arma es la misma que la del Alce: parar cuando lo necesites,
persistir cuando sea necesario y dejar espacio para el cambio o los
intercambios de energía.