jueves, 7 de noviembre de 2013



SIETE RAYOS - NSASI - CHANGO





Orisha poderoso, impulsivo, irritable y precursor de la justicia. Su posición en el panteón Yoruba es preminente.

Changó es un oricha viril, seductor y sumamente atractivo. Sus conquistas como guerrero y estratega, son tan fuertes como su irresistible encanto con las mujeres.
Chango fue amado por Oyá, Ochún, Oba, sus tres mujeres más importantes, pero dada su propensión a la aventura, sus amores extra matrimoniales son una cadena interminable.

Su pasión por la danza durante los festivales y la armonía de sus movimientos, convierten a ésta divinidad de fuego en un eximio bailarín, que al son del batá (tambor ritual de Changó), denotaba su superioridad.
Changó es el oricha que asociado al fuego, los truenos, relámpagos y la justicia.


Sus dominios son las piedras y se lo asocia con la fuerza y el poder.
Su irascible temperamento se hace notar frente a injusticias, mentiras o traiciones. Y esto tiene que ver con la historia de su paso en la tierra y la forma de retornar a Orun, según se desprende del siguiente relato.


Changó fue el cuarto rey de Oyo, que en su reinado impuso una suerte de sistema de gobierno muy especial, compuesto por 12 miembros que dieron en llamarse, LOS DOCE MINISTROS DE CHANGÓ. Siendo éstos ministros eran sus consejeros, pero además de estar bajo sus órdenes, cada uno de ellos gobernaba un distrito dentro del reinado de Oyo. Este sistema de gobierno recibe el nombre de Oba ijila. Los doce ministros de Changó estaban compuestos por doce reyes, 6 de ellos a la derecha, que eran los mas importantes y con derecho a voz y voto y 6 a la izquierda sin derecho a voto. Estos doce ministros llevan el nombre de Mogba y eran a su vez, jefes de los pueblos sujetos al gobierno general de Oyo, la capital política del país Yoruba.
Los miembros de este consejo incidían con sus decisiones, tanto en los intereses de Changó como en el bienestar de los súbditos del reino, oficiando también de jueces y jurado, condenando y absolviendo a los acusados por algún delito cometido en la comarca.
Por ejemplo Kankanfo, que fue uno de los más importantes ministros y en los consejos de mayores estaba situado a la derecha y tenía también el cargo de Generalísimo del ejercito.
El más importante de la izquierda fue Ologbon, rey de Igbon y dilecto ministro del Gran Rey Changó.

El reino de Changó fue uno de los más poderosos de Nigeria hasta que Changó, embriagado por el poder que poseía, fue transformando su justo equilibrio en una mordaz tiranía. Su soberbia lo llevó a abusar de su posición y los gastos ocasionados por los grandes bacanales a que era afecto, más las riquezas que gustaba de acumular, lo llevaron a crear mayores tributos. Estos impuestos, injustamente aumentados hacían imposible ser cumplidos por el pueblo, que cansado de tamaña tiranía y enardecidos por el hambre y la miseria a que eran sometidos, decidieron pedir el favor de los ministros para desterrar al despótico rey que sólo pensaba en seducir mujeres y dispendiar fortunas en onerosas y exquisitas prendas y joyas.
El pueblo repudió a ese rey soberbio y despótico. Uno a uno, sus aliados fueron abandonándolo, todo el reinado caía. El imperio se derrumbó tras la sublevación de los cansados súbditos, que saliendo a la calle desataron una guerra implacable, que solo cesó cuando el gran Oba, tomando todo cuanto pudo cargar de su palacio, huyo lejos. En su escape de Oyo, solo contó con la adhesión y fidelidad de Oya, su segunda mujer, quien lo acompañó hasta último momento, partiendo junto a el hacia el Orun. La fidelidad y el amor de Oya era tan grande que no entendía seguir su existencia en la tierra si su amado no estaba en ella.
Cuando todo el brillo de su reinado quedó atrás, Changó, en la soledad de su destierro, tomó conciencia de las injusticias había inferido a sus súbditos y dolido, avergonzado y arrepentido de su soberbia de otrora, decidió dejar la tierra y partir para el Orun, donde suplicó perdón a Olodumare por las acciones cometidas.
El perdón le fue concedido y desde ese momento Changó tiene como misión fundamental el oficiar de juez justo e incólume, protegiendo a los hombres contra las injusticias de sus iguales.
Así, el gran oricha, señor de los truenos y las tempestades, es hasta nuestros días el regente de la justicia y el equilibrio. Castigando implacablemente a quien ose pedirle algo deshonesto o ni indebido.


-Los colores representativos de éste oricha son el blanco y rojo, aunque en algunas líneas tengan como color de preferencia el marrón.


-El día de culto es el martes y su número el seis.


-Sus predilecciones en comidas votivas son muy elaboradas, y preferentemente servidas en bandejas de madera (Gamelas).





CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS REGIDAS POR CHANGÓ

El carácter de las personas regidas por éste oricha son egocéntricos, vanidosos y muy seguros de si mismos.
Los hombres son atentos, sensuales y enamoradizos y aunque honestos y sinceros, no pueden evitar su entusiasmo por la belleza femenina, por lo tanto, no son del todo fieles.
Les encanta mandar y no soportan estar en segundo plano. Evitan provocar peleas, pero cuando los agravian, son capaces de destruir a su adversario de cualquier manera posible. Como padres son justos y equilibrados. Sus amistades pueden contar con ellos, pero deberán estar preparadas para aceptarles el humor variable y la altanería casi soberbia que permanentemente acompaña a éstas personalidades.



LA NGANGA 7 RAYOS
7 Rayos es una prenda o nganga que trabaja sigilosamente y con firmeza, no tiene la característica de brutalidad Zarabanda pero un trabajo hecho con esta nganga nunca se sabe de donde vino y no se puede romper cuando alcanza. Es por eso que se suele cruzar con Zarabanda pero en mi opinión, no se debería de hacer, ya que cada mpungo tiene sus características y si la persona recibió 7 Rayos el día de su raya miento en palo monte, debe de ser eso, 7 Rayos y nada mas.
La nganga 7 Rayos va en caldero de metal de tres patas.


Hierbas de 7 Rayos:
Hierba fina, Pendejera, Jobo, Canitel, Mamey, Marañón, Algarrobo, Álamo, Jagüey, Ceiba, Caisimón.


Lleva en su interior:
Trozo de piel de leopardo, una moneda de plata y otras normales de todos los países posibles, piedras preciosas (quien pueda), tierras de un árbol laurel, de un álamo, de campo nfinda, de monte, de rio, de cárcel, hospital, banco, iglesia, de hormiguero, de termitas, un avispero, cenizas.

Ralladura de todos los metales: Oro, plata, cobre, bronce, hierro, plomo, estaño, acero, almagre, alumbre, azogue, precipitado rojo y blanco. Algunas garras y colmillos de animales fieros y poderosos. Aguas (unas gotas, poco) de todos los sitios: Mar, rio, pozo, lago, laguna, lluvia, agua bendita, primer aguacero de Mayo. Seis semillas de marañón.
Seis piedras negras pequeñas, seis mates rojos, seis pedazos de metal pequeños: Oro, plata, hierro, acero, cobre, bronce. Piedra de volcán pequeña, flecha de metal parecida a la de Ochosi de santería, tridente de metal, machete de cortar cañas grandecito que va con la punta hacia abajo dentro de la nganga y en la parte posterior, clavo de línea de tren, herradura, grilletes (vale una representación de metal que se venden en tiendas de la calle), carapacho, patas traseras y cabeza de jicotea. Una piedra de rayo de buen tamaño que será el matari.
Una bola de hierro, un cuchillo mediano, pedazo de cadena gruesa, una cadena que va alrededor de la boca del caldero, freno, espuela y estribo de caballos, un juego de herramientas grandecitas como las que lleva el caldero de Guerreros de santería, un crucifijo de metal con el Cristo, una representación de pistola de tienda de la calle. Plumas de aves rapaces para decorar, un achaba. También hay que añadirle las cosas que ira pidiendo el nfumbe al dueño de la nganga.
Los 21 palos de fundamento básicos mas los siguientes: Marañón, rasca barriga, caisimón, mangle rojo, mangle prieto, guao y también los palos que le corresponden directos: Palo vencedor, yaya, abre caminos, yo puedo mas que tu, jiki, jibora, quiebra hacha, guayacán, jocuma, palo prieto, arrasa con todo, mimbre, azafrán, yagruma, cocuyo, ven a mi, siguaraya, aroma, caña brava, marañón, espanta muertos, bejuco verraco, bejuco chino, palo ramón, cipres.



ORACIÓN A LOS SIETE RAYOS - NSASI - CHANGO

Este es el conjuro real, para todos mis enemigos, en el portal de Belén nació mi Señor Jesucristo. Ante él he de conjurarlos. Si tuviesen ellos pactos con el diablo, oraciones al Justo Juez, credos al revés, misas negras, oraciones conjuradas al Ánima Sola, oración de los Cabrito Negros, que el Padre Eterno se las quite. Yo los conjuro en el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del Espíritu Santo. Amén. Para que ningún mortal e inmortal, hombre o mujer nacido de la tierra puedan combatirme, porque yo llevo en mi alma la Santa Cruz bendita de mi Señor, y en mi poder este poderoso conjuro real, que me librará de mis enemigos. Amén.
Yo los conjuro y los reconjuro, cara a cara o a traición (fulanos) para que vengan mansos, humildes y arrepentidos, y que ninguno de ellos venga con la cruz del Padre Eterno; que sufran mis enemigos, como sufrió mi Señor Jesucristo: penas, patadas, bofetadas, lamentos y tormentos, como Jesús mío las sufrió. Yo los conjuro por el Dios de Abraham, el Dios de Jacob y el Dios de Isaac. Amén.​

Con este conjuro los vuelvo a reconjurar, para que se vean negados de su principal y de toda la humanidad, como mi Señor Jesucristo se vio negado del apóstol San Pedro. Este conjuro vence todos las misas negras, credos y trabajos al revés, oraciones retornadas, trabajos tácitos y compuestos, y las demás oraciones conocidas y por conocer.

Cristo Paz, Paz Cristo, Paz, Paz. Amén. (Ofrecer una vela roja alrevés y un Credo).

Yo conjuro a los sietes rayos de Changó, por el santo nombre del Todopoderoso, para que hagan temblar los corazones de mis enemigos. Yo te conjuro, oh poderosa Santa Bárbara, para que tus ojos sean los míos, y mis ojos sean los tuyos. Haz que ninguna entidad maligna pueda llegar a mí, haz que tus rayos hagan temblar la morada de aquellos que me combaten, disuelve todo obstáculo. Oh poderoso espíritu elemental de la tierra: combina tus fuerzas con las mías para que el poder del maligno se retire. Amén.