martes, 12 de noviembre de 2013

LA MEDICINA ANIMAL - LECCIÓN 7 - CARTA Nº 3



 
 
CARTA Nº 3: EL ALCE
 
El Alce entraba por el bosque en busca de pareja. La temporada del apareamiento estaba en su apogeo y los machos que normalmente viajan juntos se habían dispersado para buscar pareja. Cuando el Alce lanzaba su llamada de apareamiento por el bosque, su bramido aviso al Puma de que se estaba preparando un festín. El puma rodeaba al Alce, acercándose lentamente a su presa.
 
Cuando el bosque enmudeció de pronto, el Alce presintió el peligro inminente. Emprendió el camino hacia las tierras altas cuando diviso a su perseguidor, pero el Puma aun estaba lejos.
 
Mientras el Alce se alejaba saltando hacia las colinas del bosque, el Puma se iba acercando. Pero el Alce seguía corriendo demostrando una tremenda resistencia. Finalmente tras saltar sobre las rocas para dar alcance al Alce, en un esfuerzo supremo que le hizo consumir todas sus energías, el Puma se rindió. El Alce controlaba su ritmo mientras trepaba hacia arriba, hacia las tierras altas. El Alce no tenía otra defensa excepto su capacidad de llegar lejos, imponiendo un ritmo que le permitía aprovechar su resistencia y energía al máximo.
 
La Medicina del Alce enseña que controlando el ritmo se adquiere más resistencia. A gente de la Medicina del Alce puede que no sean los primeros en llegar a su objetivo, pero siempre llegan sin haberse agotado. Si últimamente estas intentando abarcar demasiado quizás sea una buena idea tomar en consideración como terminar todo lo que has empezado sin acabar en el hospital.
 
El Alce tiene un curioso tipo de energía guerrera porque, excepto durante la temporada de apareamiento, busca la compañía de los miembros de su propio sexo. Pueden recurrir a la Medicina de la hermandad, descubriendo la fortaleza que se puede adquirir amando al propio género. Sentirá el compañerismo que nace de la similitud de experiencias. Es una Medicina especial que permite que la amistad con los demás miembros del mismo sexo sea más fuerte que la competitividad y los celos.
 
Si te ha salido la Medicina del Alce, puede que te estés diciendo a ti mismo que busques la compañía de gente de tu propio sexo durante una temporada. Es posible que necesites apoyo para reajustarte en la resistencia de la energía del guerrero/a de la que formas parte. Esta comunicación con gente de tu mismo sexo te permitirá airear tus sentimientos con la seguridad de que puedes encontrar respuestas de otros que pueden haber pasado por  las mismas experiencias. Puede que necesites un nuevo sentido de comunidad: comunicación en unidad.
 
También es posible que el Alce trate de decirte que consideres como estas soportando físicamente el estrés, y que regules el ritmo para mantener un equilibrio de energía a lo largo de la distancia que planificas cubrir. Una de las soluciones pueden ser las vitaminas o la comida energética, junto con un poco de tiempo para alcanzar la tranquilidad personal necesaria para reponerse.
 
 
LA CARTA EN SENTIDO CONTRARIO
 
 
Si el Alce ha aparecido en la posición invertida, es posible que estés estirando la goma hasta el punto de que se pueda romper. Ten cuidado con los estados de estrés prolongados, o podrías provocarte una enfermedad que te obligara a descansar.
 
A otro nivel, es posible que no estés respetando tus deseos de compañía con el sexo opuesto e, incluso, haber olvidado la emoción que acompaña al apareamiento. Si es este el caso, la mejor opción puede ser invitar a amigos del sexo opuesto a una cena o a una salida por la tarde. Eso no significa que tengas que estar sexualmente interesado en esos amigos, es solamente para sugerir que un intercambio de energía opuesta podría resultar beneficioso.
 
Si mantienes una relación estable, es posible que la luna de miel se esté desvaneciendo y que necesites crear un poco de emoción. Crear continuamente un “cambio de ritmo” es el tipo de resistencia necesaria para que cualquier relación dure.

En todos los casos, el Alce te está diciendo que contemples como vas eligiendo tu camino actual y cómo vas a continuarlo para alcanzar tu objetivo.
 
Tu mejor arma es la misma que la del Alce: parar cuando lo necesites, persistir cuando sea necesario y dejar espacio para el cambio o los intercambios de energía.