HUAYRUROS, ABRO, SEMILLA DE PEONÍA
HUAYRUROS , ABRO, SEMILLAS DE PEONÍA:
En
la época Preinca, en el territorio andino-altiplánico se realizaba el
Qhantus, grandes ferias comerciales de intercambio de productos al aire
libre. Esta costumbre perdura hoy día y entorno al sagrado lago Titicaca
coincidiendo con algunas fechas festivas de los lugares se lleva a cabo
la feria tradicional que recibe el nombre de Alasitas, (voz Aymará que
significa “cómprame”) y que es de gran trascendencia por su valor
místico-mágico y simbólico. Sin ninguna duda, el protagonista principal
de esta feria es el muñeco representación del dios “Ekeko” (o eqheko);
símbolo de la fecundidad y generosidad “Jacha Amaya Tayka-Jaqhe
Yanapiri” y también de la felicidad, las aspiraciones y la fortuna.
Pero también encontraremos allí otro elemento simbólico imprescindible y me refiero al huayruro.
Una
semilla leguminosa semejante a una “judía pinta” de un color rojo
chillón con pintas negras; su significado mágico-simbólico ancestral es
el de la unión de las parejas y su bienestar, pero no es único ya que el
huayruro aunque no sea una semilla voladora, bien se puede decir que ha
invadido países y que es un elemento imprescindible en el entorno de la
magia y el esoterismo; hoy por hoy forma parte de trabajos de magia de
santeros, paleros, chamanes... y con otros nombres y propiedades entre
las que destaca ser considerado uno de los más eficaces protectores del
temido mal de ojo bajo el nombre más usual de semilla de peonía, aunque
tampoco hay que descartar la posibilidad de que el huayruro empleado por
el brujo maligno pueda llegar a provocar el “reventamiento” del ojo del
enemigo si lo considera necesario, lo que hace de esta semilla un arma
de doble filo;
Debido
a que en España contamos con una planta del mismo nombre, preciosa,
protegida y también en peligro de extinción, pero sin fines
medicinales es de rigor establecer las diferencias.
El huayruro, es la semilla de la planta Abrus precatorius, Planta
del trópico, de raíz herbácea y tallo trepador de varios metros de
longitud. Hojas alternas, compuestas, con diez a doce pares de foliolos
cortamente peciolados y ovalados. Flores de color rosáceo y fruto en
vaina de color rojo y negro, que tiene su hábitat natural en la amazonía, aunque
actualmente hay plantaciones para evitar su desaparición debido a la
deforestación. Su valor actual reside en la utilización de su madera y
la comercialización de sus semillas con fines mágicos y ornamentales.
Pero hasta no hace muchos años y siguiendo las tradiciones incaicas,
también tuvo un uso medicinal:
La infusión de sus hojas en pequeñas dosis es pectoral. Las
tribus de la Selva amazónica, usan el líquido de sus semillas para
curar la conjuntivitis y otros males oculares, originando muchas veces
fuertes inflamaciones dérmicas, pues su semilla es venenosa. No es recomendable usar esta planta con usos medicinales.
Para
los Incas una enfermedad era el resultado cuando su relación con las
fuerzas sobrenaturales no estaba armonizada. Faltar a su elevado código
ético-moral (pecar) era frecuente que fuera la causa primera de la
enfermedad, algo que también sucedía entre los Aztecas de México y que
hoy mismo encontramos en nuestras sociedades como una de las primeras
fuentes que desencadenan la depresión. El Inca disponía de una especie
de confesión para descargar estos traumas pero también era un experto
conocedor de los remedios vegetales que aplicaba en estas terapias y por
último unía la magia para que el resultado fuera completo. El huayruro
formaba parte de los ingredientes.
Relata Bernabé Cobo en su Historia del Nuevo Mundo:
“En algunas instancias la curación que se intentaba era principalmente mágica.
Este
es el caso del “huayruro” cuyos granos, ensartados se ponían alrededor
del cuello para deshacerse de la tristeza. Los granos, que eran muy
apreciados por los indígenas, también se tomaban en un brebaje contra la
epilepsia y la melancolía.
La
forma en la que usaban las plantas era muy diversa, además de ponerlas
como collar, las semillas del huayruro se molían y se tomaban en chicha o
en agua”.
Y es así, como una planta sin propiedades medicinales, puede curar enfermedades tan eficazmente como si las tuviera.
Llevar
una semilla de huayruro asegura protección, fortuna y bienestar de la
pareja. Si es una pulsera o un collar mejor que mejor.
Es uno de los obsequios peruanos actuales más representativos del deseo de bienestar hacia quien lo recibe.