Aroni
fue uno de los guerreros más respetados porque su clan era grande. Tuvo
dieciocho esposas, muchos hijos, nietos bisnietos. Aroni provenía del río
Samantoshari. La estrategia de este guerrero era convertirse en un Gallinazo.
Cuando tenía enfrentamiento nunca era ganado por sus enemigos y atacaba por
todas partes y todo su clan se convería en avispas. Cuando se sentían cansados,
se iban volando hasta su comunidad y luego se convertían en personas. Aroni
junto con otro guerrero llamado Mantis y después Patzishi eran amigos y
parientes con el guerrero Santoniro y oyendo lo que pasaba con Juan Santos
Atahualpa fueron para apoyarlo reuniendo jóvenes ashaninkas, machiguengas,
nomachiguengas y piros. Llegaron hasta el Cusco, donde inició un cruel
enfrentamiento los españoles. Luego siguió la ruta bajando por el río Ene hasta
llegar a Tzisopancori que quiere decir Casa del gallinazo. Por trocha llegaron
al río Sonmoro por Panga y luego Nazamari y Satipo, hasta el río Perené. Muchos
ashánincas le tenían temor y huían de sus casas. Porque Aroni y sus guerreros
seguían cuesta arriba quemando y destruyendo todo. Llegaron al convento de
Kimiri y San Ramón, iniciándose un fuerte enfrentamiento. Este guerrero Aroni no
lo pensó dos veces y dijo: Nos convertiremos en avispas porque somos muchos y
además yo seré el ave Aroni que les daré el aviso si viene algún enemigo y así
fueron convertidos. Ahora este Aroni da aviso de peligro al tigre, la sachavaca
o cualquier animal.
PIDA
AHORA SU AMARRE DE AMOR ASHÁNINCA